Regresando al Futuro.-
Imaginar la guerra para poder imaginar la paz no entraba en mis planes límbicos, al menos no en forma de autoagresión, agresión interpersonal o agresión social, aunque cada día me sorprendo más a mí misma. Y lo refiero en esta era tan tecnócrata y utilitarista.
El caso es que al leer las bases biológicas de dichas conductas (agresivas, digo) me ha divertido un dato que reseño: Ya sabía que la disminución de la Dopamina exacerbaba la ira, pero no tenía ni idea de que ocurriera algo similar con el aumento de la Serotonina en la corteza prefrontal o en el cíngulo subgenual (que es una hermosa región de la parte anterior del cerebro). Así que, como la ingestión de alimentos ricos en Triptófano tranquiliza el ánimo porque se disminuye la producción de la misma, ¡criaturitas de genio vivo y talante fuerte!, ¡a comer lácteos, salmón, aguacates, plátanos y nueces para convertirnos en dulces y tiernos cabritillos dispuestos a abrir la puerta a la loba enharinada cuando papá se marche a trabajar (he cambiado los roles y sexos de la fauna y flora con el fin de no herir sensibilidades).
Para la ciencia de hoy la personalidad del individuo (trastornada o dentro de los límites de la normalidad) parece basarse fundamentalmente en vías neuronales, neurotransmisores y reacciones químicas diversas porque así está de moda en las publicaciones, lo cual conlleva una gran ventaja de cara al futuro ya presente, esto es, fabricar soldados perfectos y madres tiernas y delicadas, previo pago de ciertos derechos de pernada como neuroseñor feudal. Ya lo visualizo en mi bola de cristal: “Castillo-Hospital medieval reacondicionado busca Terapeut@ Neurocognitivo Inquisidor con experiencia en entrenamiento militar. Imprescindible idioma inglés fluido. Se valorarán positivamente otras lenguas (chino y swahili), la práctica del yoga y conocimientos en tortura de cuerda. Contrato y alta en la Seguridad Social. Sueldo negociable fijo más variable. Ref. 04356vT/2040”.
Me disgusta, “La Interpretación de los Sueños” va a perder protagonismo y las etapas freudianas del desarrollo pronto se verán sustituidas por otras más insulsas basadas en las concentraciones de GABA o de Noradrenalina. ¡Qué fastidio!, ¡con lo morboso que resultaba para la imaginación del infante cambiar de la etapa oral-anal a la fálica!.
¡Adiós agresividad parental, sexual o premenstrual!. Pero también ¡adiós al concepto hormonal del hombre y la mujer!, porque todo será susceptible de cambiarse, y como así lo requiere la política actual de distanciamiento social tan imprescindible para la salud...
La verdad es que evolucionar de temperamento pasional primario a flemático secundario no me hace gracia, lo reconozco. Pero lo que todavía me inquieta más son los ensayos en fase III, una vez que los ratoncitos hayan auspiciado esos buenos resultados esperables. Aunque, bien pensado, probablemente será más sencillo disponer de crías de ser humano que de cobayas para las tesis de los doctorandos porque los partidos animalistas habrán trabajado bien de antemano sus decretos y sus leyes protectoras.
De momento me conformo con un vaso de leche semidesnatada del Norte, cereales achocolatados y soñar con angelit@s y demoni@s, que todo lo demás ya se andará.
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