Nana sólo para ti.-
¡Shemya, mi niña, no llores más! que sólo para ti habitaré en tu penumbra, el paraíso mental que un día fué mio, y sea nuestro, sólo para ti; donde la saciedad y la mansedumbre pasean de la mano para así dotar mis horas de instantes de paz, donde los grillos se sonríen para percutirme y despertarme, donde puedo estar y también ser, sólo para ti; donde los libros se ordenan concentrados, donde un segundo de silencio es un siglo, un siglo de luces eruditas elegidas sólo para ti. Shemya, mi niña, no llores más, que esta noche te acunaré con mis cantos, para que así me escuches respirar en acordes ululados con amor, sólo para ti.